Capturar, inmovilizar y aplicar medicamentos a animales requiere una serie de recomendaciones para evitar accidentes o contagio de enfermedades. Es importante que la persona que realice un rescate pertenezca a el MINAE que es el único ente encargado y autorizado de fauna silvestre, ellos posteriormente lo ubicaran en un centro de rescate donde obtendrá la ayuda necesaria. Para ello puede llamar al MINAE/SINAC con los siguientes números dependiendo del sitio:
Para la manipulación de los mamíferos en el caso de un rescate se debe prestar atención de determinadas partes del cuerpo:
→ Las uñas: Algunos animales como los tolomucos o zorros pueden causar heridas graves y arañazos de gran extensión. En el caso de los felinos pueden llegar a ser sumamente peligrosas, por ello es importante un buen método de sujeción.
→ Los dientes: Los monos, roedores, mapaches, felinos y otros animales silvestres muerden como un método de defensa. Por eso hay que ser precavidos y utilizar guantes de cuero a la hora de manipularlos.
→ Los cuernos: Al igual que en el caso de las uñas debemos tener un buen método de sujeción a la hora de manipular venados o cabros de monte ya que podrían embestir con fuerza y ocasionar heridas graves.
En el caso de las aves, debemos prestar atención a estas partes del cuerpo:
→ El pico: Tanto la fuerza, resistencia y capacidad de extensión del cuello de un ave son de gran importancia ya que son un método de defensa que utilizarán siempre que lo tengan disponible; algunas aves como las rapaces (con algunas excepciones) no suelen utilizarlo para herir aunque lo mantengan abierto en señal de amenaza.
→ Las garras: Son las armas por excelencia de las rapaces pueden producir peligrosas heridas de gran extensión y es difícil liberarse de ellas; aunque algunas llegan hacerse las muertas cuando se intenta recogerlas, debemos de tener mucho cuidado; también algunas psitácidas pueden utilizar sus garras como mecanismo de defensa
→ El golpe de ala: Lo utilizan normalmente grandes aves rapaces y acuáticas dando un golpe fuerte con sus alas a sus depredadores.
No olvide que no siempre los animales necesitan de nuestra ayuda y aunque queramos hacerles bien, a veces podemos perjudicarlos.